
Actualmente existen grandes marcas de cosmética y droguería que siguen experimentando en animales los productos que más tarde sacarán al mercado, y eso que desde el 2009 la UE prohíbe el testeo en animales y la importación de cualquier producto que no cumpla la normativa Cruelty free.
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¿Pero porque hay marcas que siguen experimentando con animales?
Porque si se lee bien la Ley, encontramos una prerrogativa a la que acogerse y en la que indica que si las industrias cosméticas no tienen un sistema alternativo fiable de testeo pueden seguir con el que hacían en animales hasta el momento. ¿Increíble verdad? En 2013 Pacma habló de una victoria en Europa con la prohibición de la comercialización de cosméticos que testean en animales, pero aún queda mucho por hacer.
El testeo en animales no es solo probar de forma tópica, es decir, sobre la piel y mucosas las cremas, perfumes, champús…, sino que se estudia en ellos la tóxico-cinética, que consiste en la absorción, metabolismo, eliminación del componente del producto cosmético a estudiar. Se observa la toxicidad reproductiva, es decir, si provoca daños en la gestación o desarrollo de embriones, o el grado de toxicidad tópica en los animalitos de laboratorio. Este tipo de experimentación provoca en ellos cegueras, sorderas, malformaciones y sufrimiento totalmente innecesarios.
Sabías que para que un producto cosmético sea “aceptable” hay que testar en más de 200 animales la toxicidad del producto, de los cuales, no deben morir el 50 % de la población del estudio. El objetivo es conocer las cantidades de ese componente que puede ser peligroso para el consumo en seres humanos.
Si no consumiéramos productos cosméticos con “toxicidad aceptable” no sería necesaria la experimentación en animales, ni que nuestros cuerpos absorbieran productos que a la larga puedan causar daños mayores.
Qué significa Cruelty Free
Cada vez hay más empresas que se unen al movimiento Cruelty Free, no solo por evitar la experimentación con tóxicos en animales, sino por usar componentes más naturales y saludables para los seres humanos, que proporcionen un óptimo resultado sin poner en peligro nuestra salud.
Este término inglés que significa “libre de crueldad“, se sustenta en los principios de evitar daño en la experimentación animal. Para que una empresa o producto sea 100% cruelty free, no deberá de haber testado cualquiera de sus ingredientes, componentes o productos finales en animales, así como tampoco trabajar con terceros que usen a los animales para este fin.
Las marcas que se acogen a esta iniciativa deberán tener en su etiquetaje un conejito feliz, que lo identificará como cruelty free.
Actualmente hay más de 7.000 ingredientes seguros y naturales, cuya fiabilidad ya fue testada, y que avalan dejar la experimentación en animales como fin para venta de cosméticos y productos de droguería.
Los productos cruelty free pueden contener ingredientes de origen animal como la miel, leche, ovoproteínas, lanolina. Pero también hay cada vez más empresas que apuestan por líneas de cosméticos cruetly free y veganos, en las que no hay experimentación animal ni compuestos de origen animal.
CRUELTY FREE = Libre de crueldad animal (aparentemente, pero no como un vegano percibe el sufrimiento animal, ya que los derivados tampoco deberían de utilizarse)
CRUELTY FREE + VEGAN: Libre de experimentación animal y sin ingredientes de origen animal